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martes, agosto 25, 2009

Investigación local promete cambiar sustantivamente la industria arrocera

Colaboración de El Mago

El desarrollo de la variedad Harika GS, que en idioma turco significa “maravilla”, asoma como toda una revolución: menores costos productivos, mayor tolerancia al frío y resistencia a la maleza, un rendimiento igual o superior a sus pares más comunes. Por si fuera poco, su creador apuesta a cuadriplicar las hectáreas sembradas y transformar al país en exportador del cereal.

Mucho antes de que el cambio climático o el desabastecimiento global de alimentos alertaran al mundo por alternativas prontas y amigables con el medio ambiente, la inquietud del ingeniero agrónomo chileno Rodrigo Ortega Blu daba sus primeros frutos. Hace 20 años, introdujo la fertilización con fósforo y potasio en el cultivo de arroz, lo cual disminuyó la enfermedad llamada “pudrición del tallo” y mejoró sustancialmente el rendimiento.

Y, aunque el arroz local exhibe una buena calidad, sólo logra cubrir la mitad de la demanda interna, por lo que existen cuestiones de fondo dignas de solucionar. Chile estaba desde mediados de la década de los 70 virtualmente amarrado al diamante, una variedad que si bien ofrece un grano largo y ancho, cumplió su ciclo. Además, es delicada: compite mal con las malezas y su período vegetativo es bastante largo, lo que los hace susceptible al frío cuando la formación del polen coincide con un período de baja temperatura en el verano.

Contactos internacionales

Inmerso en las redes internacionales de transferencia de germoplasma y adscribiéndose al Instituto Internacional de Investigación del Arroz (IRRI), con sede en Filipinas, el académico de la Universidad Técnica Federico Santa María (USM) y doctor de la Colorado State University utilizó el sistema de “selección por pedigree”, con material introducido desde diversas partes del mundo, quedándose con los que mejor se adaptaban a la realidad nacional y eligiendo las mejores semillas para dar, a través de los años, con un arroz superior.

“Eso tuvo varias ventajas, porque en vez de darnos vueltas trabajando con los mismos insumos, ampliamos la base genética. Por lo tanto, tuvimos más probabilidades de encontrar un material que se adaptara mejor a las condiciones climáticas chilenas. La clave estuvo en que se aprovecharon los contactos internacionales para dar con materiales que se aclimataran a ambientes templados fríos como los chilenos”, explicó Ortega.

“Si bien no hay ninguna variedad perfecta, el Harika GS es un arroz bastante bueno. Aunque es un tercio más precoz, es igual o superior en términos de rendimiento al diamante; compite mejor con las malezas; ocupa menos agua y fertilizante, por lo que sus costos de producción pueden ser un tercio más bajos; el fruto de su siembra es estable año a año y demora 40% menos en ser pulida en su procesamiento industrial”, explicó.

Potencia alimentaria

Convencido de que su creación era una verdadera “maravilla”, el especialista pensó en el Lejano Oriente para buscar una denominación simbólica. Pero no necesitó ir muy lejos para encontrar en Turquía un vocablo que coincidiera con sus sentimientos. Las dos letras siguientes, reveló, fueron un homenaje al genetista de arroz Guillermo Sims Lowen, quien a mediados del siglo pasado dio con una de las primeras variantes netamente nativas.

A la par, indicó, que desde el Centro Avanzado de Gestión, Innovación y Tecnología para la Agricultura (CATA) de la USM, el equipo que encabeza trabaja en el paquete tecnológico para introducir la variante en algún molino, de modo se traspase a los productores y éstos sepan cómo manejarla en términos de fertilización, control de maleza, manejo del agua y reguladores de crecimiento.

Consultado por las proyecciones del Harika GS, Rodrigo Ortega está convencido que una vez introducido permitirá mejorar la competitividad del arroz frente a otros cereales y, eventualmente, cuadruplicar las hectáreas sembradas en Chile desde las actuales 25 mil, con lo cual el país podría transformarse en exportador de un arroz eficiente y de buena calidad y, de paso, científicos como él continuar explorando en otras variedades que se adecuen el amplio abanico climático del territorio.

Artículo original

4 comentarios:

  1. Anónimo9:34 p.m.

    el arroz es peruano, carajo!!!

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  2. Claro que si, pe!!
    Fue en Macchu en mi Pichu pe!
    vamos, pe!!
    los Chilenos nos quieren robar el arroz, pe!!!

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  3. Anónimo12:27 a.m.

    el arroz lo crearon los incas mediante ingeniería genética y después llegó a Asia en un caballito de totora, los asiáticos se robaron el arroz del Perú...jajajajajajaaj!!!!....

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  4. Anónimo2:58 p.m.

    SI PO DEMA Q NO ES DE PERU JAJAJAAA ES DE CHILE

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ACLARACION: Este blog no es antiperuano ni nacionalista chileno. Este blog simplemente recopila y (a veces) comenta sobre artículos recopilados en la prensa nacional y mundial y que involucran a Chile. Si parece "cargado" hacia Perú, simplemente, es resultado de la publicación constante -y obsesiva- en ese país de artículos en que se relaciona a Chile. Así también, como ejemplo opuesto, no aparecen articulos argentinos, simplemente, porque en ese país no se publican notas frecuentes respecto Chile. Este blog también publica -de vez en cuando- artículos (peruanos o de medios internacionales) para desmitificar ciertas creencias peruanas -promovidas por medios de comunicación y políticos populistas de ese país- sobre que Perú ha superado el desarrollo chileno, lo que es usado en ese país para asegurar que Chile envidia a Perú y que por eso buscaría perjudicarlo. Es decir, se usa el mito de la superación peruana y la envidia, para incitar el odio antichileno en Perú.