Artículos Destacados

lunes, agosto 27, 2007

La Guerra Fría del Pacífico por el Pisco [con más heridos que muertos]

Artículo publicado por la revista peruana Etiqueta Negra

Pisco es un perro. Un perro peruano del Perú: perdonen la tristeza. Esta mañana de primavera, mientras el ex presidente Fujimori está detenido en Santiago y mientras los gobiernos de Perú y Chile han postergado la discusión de las fronteras del mar, Pisco se pasea frente a la embajada de Chile en Lima sin ladrar a nadie. Siete policías armados son la seguridad en los tiempos del cólera fronterizo: «¡Chile, escucha, devuelve al asesino!», es el último grito.

Pero este Pisco no es de temer ni ha venido a protestar contra nada. Ni ladra ni muerde y ni siquiera tiene pelo, sólo motas anaranjadas en la cabeza, la cola y las patas. Su raza, «perro sin pelo peruano», es producto de un síndrome capilar que lo convierte en otra de las metáforas de un país al que le encanta presumir de sus males. Su nombre, Pisco, es motivo de una guerra comercial con Chile. Antecedentes: pisco es un aguardiente de uva fermentada y destilada que en el Perú siempre estuvo relegado en los últimos lugares del anaquel de las preferencias. Sólo era un alcohol para batir con limón, amargo de angostura, clara de huevo y canela al gusto. Tómelo con moderación, pero el pisco sour era al pisco lo que el daiquiri es al ron, y nadie se iba a poner a discutir por un trago tan dulce. Hasta que un aviso publicitario recordó que en Chile se tomaba pisco. «El pisco es peruano» se convirtió de pronto en el eslogan nacional y el consumo de pisco aumentó en casi cien por ciento. Gracias a Chile. En contra de Chile. Al final es lo mismo: la peruanidad es sólo un acto reflejo, y la pataleta, una identidad nacional. El pisco parió en el Perú, de eso no hay duda, y tampoco de que Pisco es un perro peruano en el Perú, perdonen de nuevo la tristeza. Porque en México sería el Xoloitzcuintle, la versión mexicana del perro sin pelo. El ladrido de ocasión fue: también México nos quería quitar el perro «calato», como se le dice en el Perú a la desnudez. Por suerte, un apasionado de las causas perdidas había inscrito al perro sin pelo como raza peruana en la Federación Cinológica Internacional. Entonces era 1985, empezaba el gobierno de Alan García, y cada peruano estaba preocupado por su propia vida de perro. México sacó ventaja: el Xoloitzcuintle es reconocido por la Sociedad Canina Canadiense, por el American Kennel Club y el United Kennel Club de Estados Unidos. Al Instituto Nacional de Cultura de Lima (INC) se le pararon los pelos y dispuso, recién en enero del 2000, que por lo menos un perro peruano del Perú se exhiba en cada museo del país. Un año después, la ley convirtió esta calvicie canina en Patrimonio Nacional del Perú. Gracias a México: otra vez un país extranjero dictando nuestros arrebatos pasionales. El perro sin pelo era antes una mascota para pobres, un animal sin pedigrí, un mutante en extinción. Luego del Xoloitzcuintle descubrimos identidades olvidadas y nos volvimos fanáticos de lo que nunca quisimos. El perro sin pelo era sólo un perro feo, y años después, cuando este can mutante se pasea frente a la embajada de Chile, la gente le hace muecas de cariño como si fuera un poodle de algodón. En Europa ya cuestan cinco mil dólares y es como si el perro peruano del Perú hubiese aprendido las manías nacionales: mueve la cola cuando un extranjero le rasca la cabeza.

Extranjeros. ¿Qué bebe el vecino del sur? ¿Así que en Chile también toman pisco? Primera noticia. Octubre del 2002. El publicista Gustavo Rodríguez recibe una llamada telefónica de la revista Caretas de Lima. Querían un aviso publicitario para informar que el Perú intentaba patentar el pisco en Estados Unidos. El movimiento pro-pisco había empezado en realidad años antes, cuando un japonés gobernaba el Perú y el instinto de conservación ordenaba echar raíces en productos menos orientales. Pisco siempre había sido un aguardiente de uva. Un puerto al sur de Lima. Un río. Una población preincaica. Una casta de alfareros que construían unas tinajas de arcilla llamadas piskos. Pisco: del quechua pishku, ave galliforme, pavo. A nadie le importaba demasiado esas pavadas: en el Perú, cada año se bebía algo más de un millón de litros de pisco mientras que en Chile se emborrachaban con dieciséis veces esa cifra. En 1988 se declaró al pisco Patrimonio Cultural de la Nación y otra vez un producto del Perú se hizo peruano obligado por un papel. Nadie lo tomaba. Tres años después la ley lo identificó con un lugar, Pisco, argumentando así la «denominación de origen» del producto: un puerto, un río, una cultura de alfareros. Decir que el pisco es peruano parecía tan obvio como patentar algunos apellidos nacionales: Pisconte, Piscocolla, Piscolla, Piscoche, Piscontti, Piscochy, Piscco, todos descendientes de la voz quechua pishku. El enemigo se descubrió después. Para ilustrar el aviso de la revista Caretas, Gustavo Rodríguez dice que cogió un lápiz, un papel cuadriculado y dibujó un racimo de uvas con la forma de Sudamérica. A la franja chilena le arrancó las uvas, dejándola en escobajo. «No soy antichileno para nada», advierte. Luego firmó la guerra. «Chile, despídete del pisco», escribió al lado de la franja arrancada, casi sin darse cuenta de lo que estaba haciendo. Ni siquiera era época de uva.

-Aproveché la emoción latente y la publicidad se transformó en una movilización social -recuerda Rodríguez, a quien nunca le regalaron una botella de pisco.

Es un publicista creativo que, además, es escritor de cuentos y novelas, así que mejor es buscar la cronología de los hechos en otra parte. El aviso con uvas verdes empezó a circular por Internet. «Chile, despídete del pisco». Su cancillería pidió explicaciones al gobierno del Perú. Un grupo de chilenos apareció en TV rompiendo el aviso en la Plaza de Armas de Santiago. Nazca/Saatchi & Saatchi Chile, filial publicitaria de la empresa en la que trabajaba Rodríguez, se quejó ante la agencia matriz en Londres. La Corporación de Defensa de la Soberanía de Chile -cuyo presidente una vez declaró al periódico The Clinic, «Chile es un país muy diplomático, no es nuestra culpa tener malos vecinos»- acusó al publicista de haberse «embarcado en una fuerte ofensiva comunicacional que pretendía negar la existencia de argumentos chilenos». Y el argumento de Chile es: el aguardiente de uva de Coquimbo ingresaba al Perú por el puerto de Pisco. Se le llamaba «Aguardiente para Pisco» hasta que el tiempo, que no tiene nacionalidad, resumió su nombre: Pisco. Así de simple. Tan chileno como los porotos. La imagen de Sudamérica en un racimo fue reciclada por un creativo de Chile que en la embriaguez de la revancha sólo le cambió la frase: «Seleccionamos las mejores uvas de Sudamérica para producir el mejor pisco». Un publicista de Santiago improvisó otro racimo, esta vez con las uvas que correspondían al Perú podridas. «No saben perder», se escribió en un foro de Internet, mientras en Lima ya se vendían camisetas con el racimo de la discordia en ferias navideñas, y la marca más conocida de supermercados, Wong, declaraba que, después del vino, el pisco ya era el segundo licor que más se compraba en sus tiendas. El director de noticias de la radio más sintonizada del Perú inventó El Día del Pisco Sour. Chile respondió con El Día de la Piscola, que es pisco y Coca-Cola, y la réplica no le gustó allá a nadie: Perú Libre. El consumo del pisco peruano en el Perú subió a más de dos millones de litros y era evidente que el impulso en las ventas se debía al sur. Es decir, contra Chile. Las vecindades bien explotadas pueden ser buenos negocios. Si el pisco hubiese sido mexicano, tal vez el ladrido hubiese sido menor. Pero si el Xoloitzcuintle fuese chileno, en un ataque de rabia, algunos peruanos le raparían el pelo a todo lo que tuviese cuatro patas: hay un tema pendiente con Chile desde 1879, la Guerra del Pacífico, una guerra con más de veinte mil bajas chilenas y quizá el doble de peruanas, que nunca nadie contó. Hoy, sin embargo, parece un día en paz y Pisco se pasea frente a la embajada de Chile sin ladrar a nadie. Su dueño, Ricardo Ramón, es un español en el Perú que no sabe de este paseo de su perro. «Lo que haga la gente con mi Pisco, si me lo devuelve sano y sin traumas, no me importa». Su única advertencia fue que Pisco tiene un año y está descubriendo el sexo: «Agarra todas las piernas y se las folla». Cuidado. Como va la historieta con Chile, cualquier actitud extraña podría generar un nuevo impasse diplomático. Sucede que los odios son rentables, y cuando Chile es el odiado, la rentabilidad significa nuevos consumidores. A más Chile, más negocio.

Articulo original

15 comentarios:

  1. es una nota muy entretenida,lo felicito,hoy escuche au un periodista chileno que la recomendó en t.v. su nombre es Ricarte Soto. y el mio Rodrigo Luco

    ResponderBorrar
  2. Por mi parte nunca he dejado de querer, apreciar y tomar Pisco. La generalización y consecuente discurso del autor en cuanto a que en Perú apenas se tomaba Pisco son falsos. El consumo de Pisco en el Perú nunca es ni será masivo simplemente porque no puede ser barato, no se rectifica, no se mezcla ni cabecea y usa la primera prensa de uva, que en Chile va al vino. Dada esa condición de bebida de élite y teniendola en cuenta, el Pisco se tomaba bastante en circulos y clases sociales determinados. Está presente en la música y en la literatura nacionales.
    Sí es verdad que estabamos más tranquilos antes, cuando tomabamos nuestro Pisco sin pensar que alguien pretendía hacerlo suyo.
    También es verdad que nunca se hubiera escrito este artículo que comento y el autor hubiera tenido que escoger algun otro aspecto a generalizar abusivamente, en el que los peruanos, según el autor, nos mostremos algo así como fanáticos, noveleros, absurdamente reactivos, lameculos de los extranjeros (lo del extranjero acariciando nuestra cabeza y nosotros moviendo la cola, pinta de lleno a nuestro comentarista de turno). Pero no duden que todo eso sí hay en el Perú, como los hay culteranos, soberbios y pedantes siempre por encima de conceptos tan estrechos como...acervo y tradición.
    Acaso importa cuánta gente lee Etiqueta Negra a la hora de sostener que es peruana?. No dude el autor que nos hará reaccionar, que alguien pretenda que es chilena y no dude el autor que a más de uno, tras opinar que es peruana le provocará leerla solo por curiosidad y a muchos de ellos podrá gustarle y volverse asiduo a su lectura. ¿Qué gracia tendría repasar ese proceso, lógico y previsible en cualquier caso o país y mostrarlo con sorna y mala voluntad?
    Lo que sí puedes encontrar en Lima, en ciertos niveles cultos, es un ansia incontenible por ser superior, diferente y esas ansias muchas veces lo que crean es artículos como este, literatura de bolsillo, exudante de aquella simpatía vacía del cosmopolita forzado, del hombre light, despojado de complicaciones, de apegos, iconoclasta solo por serlo.
    Antes nadie hablaba del autor, ahora es su articulito uno de los más recomendados en prensa y medios chilenos. Autor, los chilenos le acarician su cabeza, es su hora de mover la cola, o escribir otro artículo inteligente y diferenciador, que en su caso son lo mismo.

    ResponderBorrar
  3. Anónimo4:39 a.m.

    Ese es el primer capítulo del libro "Dios es peruano" de Daniel Titinger.. es EL libro, se los recomiendo :)

    ResponderBorrar
  4. Anónimo2:58 a.m.

    Jose Alberto. Debo felicitar a Giorginho por un comentario tan bien elaborado que da una respuesta simpatica y al mismo tiempo razonable a la nota del autor. Sobre el extranjero acariciando la cabeza del perro para que este mueva la cola, es una metafora ambigua que no caracteriza una cultura sino la misma condicion humana. Tal vez esa sea la diferencia entre los genios y quienes quieren pensar que lo son. Es posible que ese mismo criterio se pueda preveer en el autor, para su propio perjuicio. Pero rescato sus aportes sin que sea extrajero y sin grandilocuencias. La genialidad no tiene nacionalidad, y si hoy disfrutamos de la tecnologia y todo cuanto se nos ha permitido conocer, solo honra a sus autores. Tan humana como la admiracion, son las ansias de querer ser admirados que si queremos diferenciarnos solo apelamos a nuestros arrebatos. Pero he alli el caso, solo cuando se propone argumentos desligados de criticas culturales y sezgos filosoficos que pretenden estereotipar los defectos de ciertos grupos sociales o de un pais, se puede argumentar una posible verdad con inteligencia. Cualquier argumento centrado en la exacerbacion y/o arrebato de cualquier nacionalista local o extranjero solo raya con mas de lo mismo.
    Saludos.

    ResponderBorrar
  5. Anónimo5:43 p.m.

    Tengo entendido que el
    Xoloitzcuintle es una raza diferente al del "peruano sin pelo" es mas hay ejemplares de xolos que si poseen pelo creo que habria que informarse un poco mas al respecto antes de acussr a un pais hermano de robo sin saber de que se esta hablando.

    ResponderBorrar
  6. Anónimo11:48 a.m.

    El Pisco, companero de fiestas, reuniones, celebraciones. Si! EL PISCO ES PERUANO!
    De verdad algunas cosas, son como que un toke falsas....
    Seria mucho mejor buscar un poco mas de informacion y aparte de eso, seria mejor conocer un poquito mas a nuestra sociedad.
    Personalmente veo como ofensivo que nos pongan como lameculos de los extrajeros. Y acerca de los perros peruanos, no se puede venir a decir asi de facil que mexico nos trato de robar.
    Que pena q publiquen este tipo de articulos en el Peru.

    ResponderBorrar
  7. Anónimo7:48 a.m.

    estoy seguro q el autor de la nota no conoce Ica,porque sino sabria q el Pisco nunca falta en una reunion,fiesta o evento y en mi familia en particular despues del almuerzo o de una jornada de trabajo,demas estaria preguntarnos como curamos el deleite de nuestras menestras,plato tipico de mi region.lo q si hay q aceptar es q antes en el resto del pais y en especial en lima las personas de bajos recursos solo podian comprar
    Pisco de mala calidad y solo las de clase media alta consumian el mejor .por suerte esta situacion ha cambiado y la mayoria de los peruanos ahora podemos disfrutar de el.lo q falta es q chile patente el nombre de PERU y salga con el cuento q el peru es chileno

    ResponderBorrar
  8. Anónimo5:19 a.m.

    en algunas cosas tiene razon, como que ahroa se consume mas, pero en otras, es patetico, que la uva lelgaba desde alla??, nosotros tenemos mas variedad, y se le olvido decir tal vez, que ese pisco de alla se hace con 4 kilos de esa uva, y el de Peru cpon 15 kilos y sin agua, ahi ladiferencia del precio, de la exportacion y la calidad

    ResponderBorrar
  9. Anónimo6:57 p.m.

    Sin duda es una nota q no teme ensuciarse las manos ni el corazon. Eso merece un respeto. Pero igual respeto se debe dar a nuestros paisanos de cañete, del sur de lima, Ica, tambo de mora, chincha, en fin. Tal como comentaron en este post, alla se toma mucho pisco y no es el industrial, todas las casas tienen su Dama juana con pisco, para comidas, para fiestas y ocasiones especiales. Me molesta pues la ligeresa con la que se hacen afirmaciones derepente escribiendo el articulo bebiendo un wiskhy on the rocks o una cerveza bien fria. Yo soy del callao y aseguro que tambien el pisco es una bebida de gran alcance. Que ahora se bebe mas... es un hecho, pero lo que no se puede permitir es decir que el pisco es chileno y peru tambien tiene un pisco. NO, el pisco es peruano y al aguardiente chileno que le pongan el nombre que se le venga en gana, por ultimo Arica.

    ResponderBorrar
  10. Anónimo10:19 p.m.

    EL PISCO ES PERUANO!!! "PISCO DE PISCO, PERU"!!!!!!!! NO PISCO DE SANTIAGO U OTRO LUGAR DEL SUR...OK!

    ResponderBorrar
  11. Anónimo2:23 a.m.

    las cosas son bien claras el pisco es peruano lo que pasa que los chilenos estan acostumbrados a dueñarse cosas que no les pertenece hablo de la patentacion tengan mas criterio es una falta de respeto el peru tiene gran variedad de costumbres costa sierra y selva recuerden que el peru era casi mitad del continente de america del sur los primeros habitantes y civilizaciones eran los incas de hay llegaron los españoles.

    ResponderBorrar
  12. Anónimo2:58 a.m.

    SOLO PIDO ESCUCHAR LO QUE SE DEBE ESCUCHAR..

    http://www.youtube.com/watch?v=N64tE65I80U

    ResponderBorrar
  13. Anónimo5:17 p.m.

    el pisco es bien peruano, le falta credibilidad a ese articulo, deberia indagar acerca de el origen del pisco. Creo que prefirio hacer analogias, ofender, hacer comentarios que noo viene al caso y que no tiene sentido si de pisco quiere hablar;solo para tapar el verdadero origen del pisco...que le queda.....

    ResponderBorrar
  14. Anónimo3:07 p.m.

    el problema cuando peleas de kosas de origen con los "paises hermanos"..chile argentina es muy simple..uno discutiria bien si fueran mestizos como bolivia..pero no..en chile hay blancos ..no hay mestizos ..indios? no los hay fueronnm exterminados.osino llevados alas alturas...osea despojados de sus tierras... discutes contra un chileno es contra un hijito ingles..no contra un aborigen.. ese blankito chileno ..no tiene ni pies ni cabeza para sustentar algo q es de chile..q antes era territorio de peru..eso va tmb a argentina..capitanias españolas .,.extensiones de lima....

    andino 1000xciento

    ResponderBorrar
  15. El Pisco es PERUANO, y si es de Pisco es mejor

    ResponderBorrar

ACLARACION: Este blog no es antiperuano ni nacionalista chileno. Este blog simplemente recopila y (a veces) comenta sobre artículos recopilados en la prensa nacional y mundial y que involucran a Chile. Si parece "cargado" hacia Perú, simplemente, es resultado de la publicación constante -y obsesiva- en ese país de artículos en que se relaciona a Chile. Así también, como ejemplo opuesto, no aparecen articulos argentinos, simplemente, porque en ese país no se publican notas frecuentes respecto Chile. Este blog también publica -de vez en cuando- artículos (peruanos o de medios internacionales) para desmitificar ciertas creencias peruanas -promovidas por medios de comunicación y políticos populistas de ese país- sobre que Perú ha superado el desarrollo chileno, lo que es usado en ese país para asegurar que Chile envidia a Perú y que por eso buscaría perjudicarlo. Es decir, se usa el mito de la superación peruana y la envidia, para incitar el odio antichileno en Perú.